viernes, 19 de junio de 2015

Edad media

En los siglos Xi y Xii pueden destacar dos pájaros de "guitarres" o "guiternes". Por un espacio la morisca o mandora, con circunstancia ahuevada de media jeringa y que se asemeja al guitarra árabe y a la mandolina. Por otro costado la laúd latina, una transformación de las antiguas cedras, cítolas y cítaras, de fondo plano, asociada por aretes con astil largo y cuyo clavijero era equivalente al del violín.

La primera de ellas concuerda con la hipótesis del sor oriental de la vihuela, una índole de vihuela asirio que se habría expansionado por Persia y Arabia, incluso conservarse a España durante la masía árabe en la Península ibérica. La segunda, reforzaría la hipótesis del abolengo greco-latino del utensilio. Ambos sujetos están representados en las miniaturas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio de 1270 pero una de las huellas más antiguas que se conservan está en Europa Occidental en un Pasionario de la rábida de Zwiefalten del año 1180.

En el siglo XIV, los poetas medievales gabachos Guillaume de Machaut y Eustache Deschamps nombran en sus manuales a la "guiterna" sin escasear el tipo.1 La bandurria latina evolucionó aun golpear local a dos utiles diferentes: la bandurria, que estaba dotada de seis órdenes (cuerdas dobles) y que tuvo una amplia audición entre la crema y los bardos y hábiles gremiales; y la laúd, de cuatro órdenes y de procedimiento más popular.

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